sábado, 4 de junio de 2011

33.03 Laberinto: Leviatán (60 días de libertad)

Día 58.

"Pero el manto de la criatura se tornará en fuego viviente cuando el tahalí del divinal Orfeo vuelva a relumbrar bajo el calor de Apolo", recordó, por fin, el Nigromante. La palabra alada se hizo carne y en ella apareció la musa, atraída de las faldas del Olimpo tras la dulzura de tus brazos. Y aquella mujer extraña de piel de arena y ensortijados besos que murmuró a nuestro oído la sentencia nos guardará de nueva cuenta en este viaje.

Si en altamar la vida de un suspiro de la diosa nos trajo hasta esta playa donde estaremos a salvo del poder de la criatura, no habrá otras diez mil naves que acompañen ni su catálogo se extenderá como en la Ilíada. No habrá tampoco otro calor que el de tus astros. En esta noche de la vida tomaremos un sueño para gozar inadvertidos, encandilados entre ambas torres cuando el caballo y los alfiles yazgan tiritando.

Me rehuso a huir de mi destino. Y pronto a partir me desvanezco en la tormenta. No sabrán a qué venimos, ni de donde hemos llegado. Pero el corazón que desafía nos llama fuera a que mojemos nuestros pasos. ¿Vendrás a mí antes de la noche? ¿Sabrás que toco el cielo cuando clamo? El eternal fulgor de la palabra que nos impulsa me ha conducido mar adentro.

Llega Leviatán, el monstruo alado de la desventura, a reclamar lo que de antiguo fuera suyo. Montado sobre las olas se acerca hasta tus ojos. Solo yo percibo su reflejo de serpiente en tus pupilas. Y ese brillo que en otro tiempo dio calor, me ha provocado escalofrío. No habrá lira que se enfrente al desconsuelo, ni voz tan armoniosa que rescate al amoroso de su duelo. ¡Vive la luz que sin embargo estoy tratando!

3 comentarios:

atalia91 dijo...

porque haces esto? Es genial!!!

atalia91 dijo...

Alguna vez has compuesto una canción?

Luis David Meneses dijo...

Hola atalia91, hago esto por necesidad: tantas palabras que se aglomeran en las manos ansiosas de escritura.
Y sí, alguna vez he escrito canciones pero todavía no salen a la luz pública. Aún están en mi biblioteca personal. Gracias por las buenas palabras.