§ 6. De por qué los pensamientos se revelan o rebelan en
un rizo
Para Betti: joyeux anniversaire!
6.1 Con
espléndida belleza te levantas entre un pueblo que, ignorante de los sabios del
pasado, se sorprende en tu palabra. No aceptarás sus sinrazones a la razón que
expresas como no admiten tus rizos la forma rectilínea del calor ni la simple
alineación del vertical de los colores. Esculpirás, en cambio, las ideas con la
gracia multiforme de los días de luz, de agua y vendaval. Y entre sombras apagadas
por los libros del presente encontrarás caminos olvidados por los otros;
caminos de agua y viento, de brillo y de penumbra, de risa y humedad.
6.2 Fatigas los
rollos del texto sagrado –y la gran pila ardiente de argumentos profanos- en la
búsqueda del Sabio que ha querido persistir oculto de los hombres; de aquellos
inexpertos que no sabrían captar su esencia por completo. Por tu examen
implacable han caído una vez y siete más en un tiempo y medio tiempo,
extenuados, tus cabellos espirales sobre tomos afectados como piedras cabecera.
Y los sueños que vinieron y vendrán de la escala de los cielos continúan
revelándote la clave que ha quedado embrollada en tus cabellos.
6.3 Singular
condición la de tu alma, que en la vigilia pregunta desconfiada por lo que en
sueños le ha sido declarado. El pensamiento se estremece entonces por saber: si
el sueño informe recogió sabiduría de lo más alto, ¿qué espantable suerte se ha
robado la memoria revelada? Y la fatiga de los textos continúa, hasta que
entiendas, con la dulce cabellera enmarañada, que la letra sola y los muchos
libros matan, envanecen, producen un irremediable peso de dolor en nuestras
almas.
6.4 ¿Y los sueños? Dicen otros hombres, falseadores
de las voces de los sabios, que sería necesario dejarlos acunados en el éter
porque no son verdaderos con lógica de instrumentos humanos. Pero la espiral en
tus cabellos te ha dictado que, al crecer en sus revoluciones, habrás de
regresar en busca del profeta; no ya para absorber entre tus rizos la palabra
de ciencia y de la sabiduría, sino para hablarla desde el centro que dio
origen, desde ti, a las mil y un concentraciones de su flujo.
6.5 Accederás al
éter apacible a través de cuatro cuerdas. La del primer bajo en la diatónica
escala marcará el camino de tus vuelos; y cuando el Sol, por un segundo
movimiento de las crines, ilumine los senderos, anunciará el advenimiento de la
escala: sí, Re-cueda entonces el sonido de los pasos; para llegar por fin al
tono sexto que cante agudo los sueños conjurados. Modelada maravilla del murmullo
es tu cabello de ritmos caribeños, esculpido con música de violonchelo entre
sueños que se extienden a los duetos con guitarra y con voz del universo.
6.6 Entre sueños
he rodeado tus rizos con mis manos. Mas la luz de la razón me va apartando de
tu lado. No será la luz, es mi sospecha, sino oscuridad naciente en la
distancia. Y sin embargo, he visto en tu cabello que el amor tiene catorce
caminos multiformes: los de los ojos, los de las letras, los de los sabios, los
de las aguas, los de las luces, los de tormentas, los de las aves. Mírame de
nuevo en sueños. Mírame y quizás entonces vuelva yo a ser realidad.
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