§ 0.
Prefacio que cuenta la dicha perdida de los rizos (y de los capilares
ondulados) y que excusa al autor de las opiniones vertidas en la nombrada
elegía por arte del recurso literario
0.1 Los doce parágrafos siguientes, como
apóstoles de una lógica espiral, pretenden retratar el discurrir de aquellas
ficciones que han surgido apegadas a las frescas cabelleras de quienes se
nutren como centro; quieren ser también testimonio de su influjo sobre esta
escritura apresurada, espontánea o esponjosa (que no esponjada porque no tiene
más de qué jactarse que de ser arroyo de palabras) que quisiera dar algún
remanso a las ideas una vez captada por los ojos.
0.2 Sirvan también como testimonio de
gratitud y de la persistencia en esta pluma de minucias y recuerdos como ecos,
que hasta el alba habrán de parecer a ojos ajenos pretextos simples y
pasajeros. Quiera el Infinito que las dueñas de aquellos rizos y de esos
cabellos ondulados que intento retratar entre las letras, se reconozcan y se acepten
reinventadas en alguno de estos lienzos de palabras.
0.3 Sepa el lector que, sin embargo, no hablo
más de lo que he visto o imagino. Me consuela que, a pesar de mis ciertas
ignorancias y la posible parquedad de mis palabras, las razones que divido en
una docena de claveles, llegarán a conocerse como ciertas en un mundo erigido
para cada una de ellas, a quienes de un modo u otro irremediablemente perdí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario