Eclipse II
Te quiero con la luna ensombrecida
y en su misterioso resplandor te mando un beso.
Después de 1001 días de insistencia y consecuente negación, al fin he abierto las puertas a la abismal visión de estos Otros Laberintos. "Que entre el que quiera..."
lunes, 20 de diciembre de 2010
20 Laberinto
Eclipse
Préstame tus ojos a través de tus palabras
y veré la luna esconderse tras el mundo.
Préstame tus ojos a través de tus palabras
y veré la luna esconderse tras el mundo.
19o Laberinto
A un Guardián
Para Muvi, por su cumpleaños 14.
Saludos, ¡Oh Guardián de aquestos libros!
que el tierno Empíreo en un susurro
sostenga en tu mirada la palabra
de consuelo; dignatario de las letras
compañero de escritores,
de arquitectos, soñadores y veceros,
que tu esencia nos convoque a celebrar
una vez más la briosa vida.
Para Muvi, por su cumpleaños 14.
Saludos, ¡Oh Guardián de aquestos libros!
que el tierno Empíreo en un susurro
sostenga en tu mirada la palabra
de consuelo; dignatario de las letras
compañero de escritores,
de arquitectos, soñadores y veceros,
que tu esencia nos convoque a celebrar
una vez más la briosa vida.
domingo, 21 de noviembre de 2010
18o Laberinto
En el vuelo de pájaro
sobre el manantial en la arena
descubrimos la sirena que se fue
agitada entre los vientos
por la fiesta, el azahar y la azucena.
sobre el manantial en la arena
descubrimos la sirena que se fue
agitada entre los vientos
por la fiesta, el azahar y la azucena.
miércoles, 20 de octubre de 2010
17o Laberinto
Calamares en su tinta
Los calamares navegaron las neveras. En Tokio, lugar de su última morada, quizás alguno indigestara a su huesped y acabara entero en el water.
Los calamares navegaron las neveras. En Tokio, lugar de su última morada, quizás alguno indigestara a su huesped y acabara entero en el water.
domingo, 17 de octubre de 2010
16o Laberinto
Te escribo desde el exilio de mis letras.
Cada vocal es un eslabón que me arrebata de ti y cada consonante el golpe de mazo con que lo engarzo.
Cada vocal es un eslabón que me arrebata de ti y cada consonante el golpe de mazo con que lo engarzo.
sábado, 16 de octubre de 2010
15o Laberinto
Símbolo de la vida:
la espera se enrosca en caracol;
pero la acción se despereza en la palabra.
la espera se enrosca en caracol;
pero la acción se despereza en la palabra.
viernes, 1 de octubre de 2010
14o Laberinto
"Fiestas patronales"
De tanto cohete, volvieron sordos a los seres celestiales y el cielo se volvió de bronce. Entonces comenzó el lloro y el crujir de dientes.
De tanto cohete, volvieron sordos a los seres celestiales y el cielo se volvió de bronce. Entonces comenzó el lloro y el crujir de dientes.
viernes, 10 de septiembre de 2010
13o Laberinto
Números y palabras
Una mujer que habla con números; un hombre que cuenta con palabras. Se dice que los enamorados nunca serán separados por la diferencia de lenguajes. La gloria sea para Aquel que todo lo habla y lo cuenta.
Una mujer que habla con números; un hombre que cuenta con palabras. Se dice que los enamorados nunca serán separados por la diferencia de lenguajes. La gloria sea para Aquel que todo lo habla y lo cuenta.
viernes, 27 de agosto de 2010
12o Laberinto
Requiem por el Golfo
El mar nunca imaginó que, pasados los estragos, los terrestres podrían herirlo tan gravemente. Sintió desfallecer a las criaturas y en el oxígeno envenenado y en los sulfuros liberados, la madre de todas las desgracias festejó la derrota final de la entidad salina.
El mundo se cubrió de negro y la luna, que pronto habría de llorar sangre, sintió la abrumadora necesidad de alejarse de su hermana.
Y en la gravedad de su unión inseparable, el astuto Se-tochtli, hijo de la luna, profirió en vaticinio inquebrantable los desastres decretados por los hados:
Tristes, los hombres volarán los mares
y el reino del fuego comerá al de Tlaloc
sopesarán las palabras del Antiguo
y el mundo arderá en un caos.
Como al principio del preludio
los mortales suplicarán por
lunecer en el solsticio.
El mar nunca imaginó que, pasados los estragos, los terrestres podrían herirlo tan gravemente. Sintió desfallecer a las criaturas y en el oxígeno envenenado y en los sulfuros liberados, la madre de todas las desgracias festejó la derrota final de la entidad salina.
El mundo se cubrió de negro y la luna, que pronto habría de llorar sangre, sintió la abrumadora necesidad de alejarse de su hermana.
Y en la gravedad de su unión inseparable, el astuto Se-tochtli, hijo de la luna, profirió en vaticinio inquebrantable los desastres decretados por los hados:
Tristes, los hombres volarán los mares
y el reino del fuego comerá al de Tlaloc
sopesarán las palabras del Antiguo
y el mundo arderá en un caos.
Como al principio del preludio
los mortales suplicarán por
lunecer en el solsticio.
jueves, 15 de julio de 2010
11o Laberinto
Mi tierra
Siento que te alcanzaré el vacío y en el transcurso notaremos nuestros cuerpos.
Siento que te alcanzaré el vacío y en el transcurso notaremos nuestros cuerpos.
miércoles, 14 de julio de 2010
10 Laberinto
Ave
Anoche soñé con el Ave Maravilla: siguió renaciendo en el oriente hasta que su resplandor fue como el de la luna. Después voló hacia el eclipse y se extinguió. Los cocuyos la recuerdan y al hacerlo se encienden de emoción en las noches claras de luna nueva.
Anoche soñé con el Ave Maravilla: siguió renaciendo en el oriente hasta que su resplandor fue como el de la luna. Después voló hacia el eclipse y se extinguió. Los cocuyos la recuerdan y al hacerlo se encienden de emoción en las noches claras de luna nueva.
lunes, 12 de julio de 2010
9o Laberinto
Agricultura
Cultivo las letras: siembro lápices y cuadernos, pequeñas notas por aquí y algún acento por allá. Quizás algún día logre tener un huerto.
Cultivo las letras: siembro lápices y cuadernos, pequeñas notas por aquí y algún acento por allá. Quizás algún día logre tener un huerto.
domingo, 11 de julio de 2010
8o Laberinto
Epílogo sobre la isla de Pascua
Olvidadas las virtudes, reposaron las cabezas una eternidad hasta que el viento les partió las narices.
Olvidadas las virtudes, reposaron las cabezas una eternidad hasta que el viento les partió las narices.
miércoles, 7 de julio de 2010
7o Laberinto
En la noche es cuando mejor se piensa. Con el ruido apagado, la luz rota y la sinfonía de bichitos en el pasto que celebran el sereno.
viernes, 2 de julio de 2010
6to Laberinto
Casa sola
El camino a casa pasa por la pedrera. Se deslavó la colina y ahora intentamos encontrar los cuerpos de los vecinos entre relámpagos de grava.
El camino a casa pasa por la pedrera. Se deslavó la colina y ahora intentamos encontrar los cuerpos de los vecinos entre relámpagos de grava.
domingo, 27 de junio de 2010
5to Laberinto
Divina muerta, Io, dividida por dos sentimientos, se fragmentaba y desvanecía entre Júpiter y Europa.
sábado, 22 de mayo de 2010
4to Laberinto
Contornos
He dibujado tu silencio
en mi contorno.
Buscadora de luz,
se aferra mi palabra
al capricho húmedo
en tu cuello;
recuerdo de los días de voz
(de vos).
He dibujado tu silencio
en mi contorno.
Buscadora de luz,
se aferra mi palabra
al capricho húmedo
en tu cuello;
recuerdo de los días de voz
(de vos).
domingo, 7 de marzo de 2010
3er Laberinto
Scala
En los libros del Cuarto Cardinal se explica la progresión de movimientos para ejecutar el paso de la muerte. La descripción es ardua y compleja porque se ha debido traducir dimensiones espaciales a la linealidad de la lengua escrita. Al modo de los manuales matemáticos, el tercer tomo incluye tablas y gráficas que deberán ser aprendidas por el viajante antes de intentar la hazaña. Pero el tomo vigésimo cuarto, que debería contener los relatos de las conversiones fantásticas realizadas por los miembros de la orden, se encuentra casi vacío; excepto por dos entradas: la primera hecha en 1946, por un supuesto amigo de Exupéry; y la segunda, de 1984, por un tardío miembro de la orden cuyo nombre se ha borrado.
Cómo fue a parar a mis manos este último tomo de los Cardinales interesa poco. Reproduzco aquí la segunda misteriosa entrada porque en ella he visto reflejada mi sorpresa, y ahora en su esencia reposa la mía:
"Octubre de 1984
Hay, en la esquina de Pípila y la Calle 3, un corte oblicuo que nos separa, según los conocedores, de otras muchas dimensiones espantables. Yo no creía en sus palabras hasta que vi, asombrado, aquel prodigio. Caminaba absorto en mis pensamientos cuando tropecé con una madre y sus pequeños. El niño menor, de mirada avispada y cabellos rebeldes, caminó hacia la citada esquina por la parte superior de una escalera que primero baja y luego sube al hacer escuadra. La trayectoria del pequeño, sin embargo, no fue recta. Bajó dos escalones de frente, volteó a ver a su madre, que lo observaba desde abajo por si acaso cayera de repente, retrocedió sobre sus pasos, y bajó, después, de golpe todo el tramo que le restaba para llegar a la esquina. Fue entonces cuando se abrió el portal, y, desaparecido el niño, la madre cayó en la desesperación.
Ignorantes de mi filiación cardinalicia, debieron tomarme por loco cuando, en mi estupor exclamé: ¡Al norte, siempre al norte desde el este! Entonces la madre se lanzó hacia el punto en que había desaparecido el niño y cayó cuan larga era: el portal se había cerrado."
Entiendo que el pequeño desaparecido debió haber realizado exactamente los movimientos del paso de la muerte; si fue azar o fue el destino, lo decidirá quien lea esto. Yo solamente sé que hace un par de días, en el periódico local -un pasquín barato- apareció una nota en un octavo de página que reportaba la extraña aparición de un hombre barbado, de cabellera larga y de mirada perdida, que alegaba haber pasado décadas enteras atrapado en otra dimensión. El hombre, desquiciado en su alegría por haber vuelto a este plano, realizaba una serie de movimientos que para los no iniciados parecían aleatorios, pero que cualquier Cardinal podría entender como uno de los rituales de la orden. Sobra decir que fue encerrado en el psiquiátrico. Sospecho que, después de haber sobrevivido tanto tiempo en uno, ahora también él se ha convertido en el laberinto.
En los libros del Cuarto Cardinal se explica la progresión de movimientos para ejecutar el paso de la muerte. La descripción es ardua y compleja porque se ha debido traducir dimensiones espaciales a la linealidad de la lengua escrita. Al modo de los manuales matemáticos, el tercer tomo incluye tablas y gráficas que deberán ser aprendidas por el viajante antes de intentar la hazaña. Pero el tomo vigésimo cuarto, que debería contener los relatos de las conversiones fantásticas realizadas por los miembros de la orden, se encuentra casi vacío; excepto por dos entradas: la primera hecha en 1946, por un supuesto amigo de Exupéry; y la segunda, de 1984, por un tardío miembro de la orden cuyo nombre se ha borrado.
Cómo fue a parar a mis manos este último tomo de los Cardinales interesa poco. Reproduzco aquí la segunda misteriosa entrada porque en ella he visto reflejada mi sorpresa, y ahora en su esencia reposa la mía:
"Octubre de 1984
Hay, en la esquina de Pípila y la Calle 3, un corte oblicuo que nos separa, según los conocedores, de otras muchas dimensiones espantables. Yo no creía en sus palabras hasta que vi, asombrado, aquel prodigio. Caminaba absorto en mis pensamientos cuando tropecé con una madre y sus pequeños. El niño menor, de mirada avispada y cabellos rebeldes, caminó hacia la citada esquina por la parte superior de una escalera que primero baja y luego sube al hacer escuadra. La trayectoria del pequeño, sin embargo, no fue recta. Bajó dos escalones de frente, volteó a ver a su madre, que lo observaba desde abajo por si acaso cayera de repente, retrocedió sobre sus pasos, y bajó, después, de golpe todo el tramo que le restaba para llegar a la esquina. Fue entonces cuando se abrió el portal, y, desaparecido el niño, la madre cayó en la desesperación.
Ignorantes de mi filiación cardinalicia, debieron tomarme por loco cuando, en mi estupor exclamé: ¡Al norte, siempre al norte desde el este! Entonces la madre se lanzó hacia el punto en que había desaparecido el niño y cayó cuan larga era: el portal se había cerrado."
Entiendo que el pequeño desaparecido debió haber realizado exactamente los movimientos del paso de la muerte; si fue azar o fue el destino, lo decidirá quien lea esto. Yo solamente sé que hace un par de días, en el periódico local -un pasquín barato- apareció una nota en un octavo de página que reportaba la extraña aparición de un hombre barbado, de cabellera larga y de mirada perdida, que alegaba haber pasado décadas enteras atrapado en otra dimensión. El hombre, desquiciado en su alegría por haber vuelto a este plano, realizaba una serie de movimientos que para los no iniciados parecían aleatorios, pero que cualquier Cardinal podría entender como uno de los rituales de la orden. Sobra decir que fue encerrado en el psiquiátrico. Sospecho que, después de haber sobrevivido tanto tiempo en uno, ahora también él se ha convertido en el laberinto.
sábado, 20 de febrero de 2010
2do Laberinto
Un fauno
Yo soy el viento y el bosque;
soy la escarpada montaña;
soy el torrente que fluye;
el caminante del alba.
Soy, en suma, los laberintos que hay
y los que han sido posibles.
miércoles, 17 de febrero de 2010
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